Monday, January 6, 2014


  Written by Claudia Caponi


“La frase ‘madre trabajadora’ es redundante”, Jane Sellman.

Antiguamente los hombres salían a cazar, mientras la mujer cuidaba del fuego y acompañaba a los niños, los educaba.  El trabajo de madre, no tiene por qué necesariamente ser el trabajo de la mujer; también el hombre puede desempeñar éste trabajo de una manera exitosa y son muchos los casos que así lo prueban.
Pero por muchos motivos es casi siempre la mujer la que decide quedarse en casa a cuidar de sus hijos mientras éstos son lo bastante mayores como para empezar la escuela.  Suele ser la mujer la que sacrifica su carrera para cuidar de sus niños.

En la sociedad tomar este paso suele generar críticas por parte de las mujeres que continúan trabajando y además cuidan a sus hijos.  Lo malo es que por mucho tiempo que haya pasado, la mayor parte de la sociedad aún no ha comprendido y valorado el gran trabajo de una madre.


Una madre no solamente cuida de sus hijos, por lo general también cuida de su hogar, de su marido, administra las cuentas domésticas; entre muchas otras tareas.  Pero su trabajo no suele ser reconocido, por ningún sector de la sociedad.
Los niños, lo sabemos todos y se ha dicho siempre, son el futuro de un país; la educación de los niños es el núcleo de nuestra sociedad, es el punto de partida de un futuro brillante o todo lo contrario.

Sería por lo tanto absolutamente necesario dar un apoyo a estas madres que dedican toda su vida a un trabajo tan poco reconocido.

Existen asociaciones que luchan por los derechos de éstas madres, derechos que van desde una paga mensual, pasando por seguro médico de la seguridad social, hasta cursos de formación para padres y madres.


De nuevo, nos referimos a “madres” porque casi siempre son las mujeres las que abandonan sus carreras profesionales una vez dan a luz y tienen que cuidar de sus hijos.  Pero muchas veces, cada vez más, son los padres los que dan éste paso.

Tanto los hombres como las mujeres que trabajan en el hogar y cuidan a sus hijos deberían tener los mismos derechos y cobertura por parte del gobierno.
En países como USA las guarderías tienen precios tan poco asequibles para las familias (a partir de 10.000 dólares al año), que todo el sueldo de uno de los padres no alcanza para cubrir los gastos mensuales.  Así que por lo general uno de los dos renuncia a su trabajo para poder cuidar de sus hijos.  Generalmente es la mujer, por lo que, en países como USA, el tema guardería discrimina a la mujer, ya que el hecho de que no existan guarderías con precios asequibles para padres trabajadores perjudica directamente muchas carreras profesionales, en su mayor parte, de mujeres.

Luego hay países mas avanzados en este respecto, como Finlandia, en donde las leyes favorecen fuertemente a las madres que deciden quedarse en casa.
Históricamente es un país en el que las mujeres han ayudado a modelarlo, por lo tanto, cosas como la baja de maternidad o beneficios para los niños surgieron naturalmente en la seguridad social que se erigió décadas más tarde.  No se habla del “derecho” de las mujeres, simplemente los hombres y mujeres son considerados iguales.
Las mujeres finlandesas fueron las segundas en el mundo en poder votar en 1906.
Para un interesante artículo sobre los beneficios de Finlandia, pueden consultar:
http://www.theatlantic.com/international/archive/2013/07/the-secret-to-finlands-success-with-schools-moms-kids-and-everything/277699/

Según la organización Save The Children (http://www.savethechildrenweb.org), la lista de países en orden donde es mejor ser madre son:

10 Mejores
1. Finlandia
2. Suecia
3. Noruega
4. Islandia
5. Países Bajos
6. Dinamarca
7. España
8. Bélgica
9. Alemania
10.    Australia

10 Peores
167. Costa de Marfil
168. Chad
169. Nigeria
170. Gambia
171. República Centro Africana
172. Nigeria
173. Mali
174. Sierra Leona
175. Somalia
176.    República Democrática del Congo

Todos estos datos hacen referencia no sólo al bienestar de las familias y a las ayudas por parte del gobierno en cuanto a subsidios, educación y cuidados de los niños pequeños en general; sino a un terrible y muy temible factor: la mortalidad infantil y perinatal.

Existe una calculadora, que aunque no exacta, nos permite calcular el salario aproximado de una madre que trabaje en casa: http://swz.salary.com/MomSalaryWizard/LayoutScripts/Mswl_NewSearch.aspx
Si contamos que la cantidad de trabajo se multiplica por cada niño que hay en casa, sobre todo aquellos que aún no asisten a la escuela, el salario de una madre entonces se incrementa.
Y si hablamos de una madre “especializada” que cuida a niños con necesidades especiales, o que educa a sus hijos en casa; entonces la tarifa aumenta mucho más y su presencia no se puede sustituir debido a la naturaleza de su trabajo y a su especialización.

Hay muchos colectivos que defienden la profesionalización de las madres, libros que hablan al respecto como Professionalizing Motherhood de Jill Savage (Fundadora de la asociación http://www.hearts-at-home.org); y asociaciones que marcan pautas para que las madres y padres que deciden quedarse en casa puedan tener las mismas facilidades y ayudas de los padres que trabajan fuera de casa.
Entre las pautas que definen un perfil profesional para los padres están:

•    Ofertas de formación especializada en las áreas de pedagogía, psicología infantil, higiene, enfermería infantil y administración de la economía doméstica.
•    Asistencia en el auto-conocimiento y auto-educación.
•    Posibilidad de ampliar la formación.
•    Supervisión en casos determinados.
•    Consejo en conflictos y problemas especiales.
•    Red de madres que garantice consultas y apoyo mutuos.
•    Servicio telefónico de apoyo psicológico o de conflictos.
•    Oferta de internet para madres de temas de formación continua, asesoramiento, intercambio de opiniones.
•    Creación de posibilidades de suplencia, para garantizar a las madres un tiempo libre regulado -vacaciones- (intervención de “madres de día”, practicantes y aprendices)
•    Remuneración del trabajo maternal y provisión para la vejez.
•    Representación de dichos intereses a nivel político (lobby).

Aunque parezcan utópicos todos estos puntos, muchos sectores de la sociedad cada vez se dan más cuenta del valor del trabajo de las madres; esperemos que en el futuro se asuman estos puntos con la seriedad necesaria.
Quizás sea el hecho de pensar que el amor maternal lo abarca todo y requiere del máximo sacrificio lo que impide abordar los problemas de manera racional y acorde con la realidad y nuestros tiempos.

No debemos olvidar que los niños de hoy serán la próxima generación de médicos, ingenieros y profesores que llevarán las riendas de nuestra sociedad; es por lo tanto labor fundamental dar el máximo apoyo y reconocimiento a quienes llevan a cabo la cotidiana labor de cuidarlos, amarlos y darles toda la protección que necesitan.
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